martes, 31 de diciembre de 2013

Cormorán Cuello Negro


Aves Marinas y Playeras
Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural
Cormorán Cuello Negro
Distribución
El Cormorán Cuello Negro es una especie endémica de Argentina y Chile.
Nidifica en la costa atlántica desde la Península Valdés hasta el Canal de
Beagle, incluyendo las Islas Malvinas. En el Pacífico, se lo encuentra desde Valparaíso hasta el sur de Chile.
Dimensiones
Mide 68 cm de largo.
Peso
Pesa 1,5 Kg.
Características morfológicas
Su plumaje es negro, con la parte inferior del pecho y abdomen blancos. Los lados de la cabeza están jaspeados de blanco. Su garganta es blanca y está separada del vientre por una franja negra. Posee un anillo rojo alrededor del ojo. Las patas son negras. Los juveniles son pardos con el vientre manchado de blanco.
Comportamiento general
Es un ave marina buceadora, que se propulsa debajo del agua con sus patas. Es monógamo y procrea en colonias. A diferencia de la mayoría de las aves marinas que se dispersan una vez terminada la época reproductiva, esta especie permanece en la colonia durante todo el año. Sus colonias se ubican sobre paredes de acantilados o en islas rocosas con elevada pendiente. En muchos casos reproduce junto al
Cormorán Imperial o al Cormorán Gris. Su vuelo es recto y bajo, con un rápido aleteo.
Alimentación
Se alimenta en aguas de profundidades menores a 10 m y a menos de 5 Km de la costa, en áreas cercanas a sus colonias. Sus presas son peces y poliquetos (gusanos marinos) que habitan en el fondo del mar. Realiza viajes de alimentación de 2 a 3 horas de duración, en los cuales alterna buceos que duran aproximadamente 50 s, con periodos en superficie de entre 14 y 18 s.
Reproducción
Si bien los adultos permanecen todo el año en la colonia, comienzan a construir sus nidos en octubre.
Los mismos poseen una base de guano y son acondicionados con algas. La puesta de los huevos se inicia entre fines de octubre y principios de noviembre en forma asincrónica en la colonia, extendiéndose por casi 12 semanas. El tamaño de la nidada es de 2 a 3 huevos que son incubados durante 30 días aproximadamente.
Luego, los pichones son alimentados durante casi dos meses. Ambos miembros de la pareja incuban los huevos y alimentan a los pichones, alternando periodos en la colonia con periodos de alimentación en el mar. Es importante la pérdida de huevos y pichones ya que suelen caerse de los nidos, construidos en las paredes de los acantilados. Se han observado casos de reposición de la nidada luego de estos eventos. Sin embargo, en la mayoría de los nidos, solamente un pichón sobrevive.
Estado de Conservación
Su población reproductiva ha permanecido relativamente estable durante los últimos 15 años y no está sujeta a ningún tipo de explotación. Al depender para su alimentación y reproducción de ambientes netamente costeros, su mayor amenaza son las actividades de desarrollo costero que generan modificaciones
en su hábitat. La UICN lo ha categorizado en el año 2008 como de Preocupación menor (LC).
Fuente: Aves Marinas y Playeras

Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural

sábado, 21 de diciembre de 2013

Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres Los censos efectuados en estaciones

Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
Los censos efectuados en estaciones de monitoreo demográfico, como por ejemplo estaciones de captura o parcelas de estudio, deben llevarse a cabo solamente durante los primeros 5 intervalos de la temporada, cuando las aves se encuentran en sus territorios y cantan con frecuencia. En la Norteamérica templada esto entre el 1 de mayo y el 19 de junio. En zonas norteñas o a altitudes elevadas, puede ser del 1 de junio al 9 de julio.
Los conteos por puntos y las búsquedas intensivas deben efectuarse en cada parcela una vez durante cada uno de los cinco intervalos, preferentemente a mitad del intervalo.
Épocas migratorias
La operación de una estación de monitoreo durante las migraciones es una opción viable en áreas en que las condiciones meteorológicas y otros factores lo permitan.
La operación de redes de captura en estas épocas proporciona información muy diferente a la obtenida durante la época reproductora, aportando datos sobre la composición específica, las fechas y la magnitud de los movimientos migratorios (véase por ejemplo: Ralph 1978, 1981a; Robbins et al. 1959). Las capturas durante la migración postnupcial en particular, puede proporcionar una medida de la productividad total de una especie.
Monitoreo fuera de la temporada reproductora
En esta época las poblaciones de aves suelen ser residentes y relativamente estables, proporcionando excelente información sobre índices de sobrevivencia y mortalidad. Así mismo, parece probable que las asociaciones con el hábitat estén mejor definidas duranteeste periodo que durante la época reproductora (véase por ejemplo Huff et al. 1991, Manuwal y Huff 1987). Todos fuera de la temporada reproductora a excepción, los métodos descritos en este manual pueden ser aplicados naturalmente, de la búsqueda de nidos. En el neotrópico, la operación de redes de captura durante todo el año puede ayudar a aclarar cuestiones referentes a los patrones de osificación craneal, muda y desarrollo del plumaje.
Mantenimiento de las parcelas de estudio
Las parcelas deben estar marcadas permanentemente con estacas coloreadas, o cualquier otro método que sea capaz de durar al menos un año. Las marcas deben situarse en la dirección de un punto cardinal, a intervalos regulares formando una cuadrícula y, de ser posible, de forma que sean visibles desde cualquier punto entre ellas. Cada marca debe representar un punto numerado sobre la cuadrícula de un mapa del área. La ubicación de las redes y los puntos de conteo también deberán marcarse de forma permanente. Tanto la altura como la orientación de las redes deben ser cuidadosamente anotadas.
Planos esquemáticos del área de estudio pueden ser trazados a partir de un mapa de la zona o bien de fotografías aéreas. Estos planos deben incluir los accidentes del terreno (senderos, zanjas, arroyos, árboles aislados, etc.), la cuadrícula de censado (marcas coloreadas), y la ubicación de las redes y de los puntos de conteo. Se pueden utilizar fotocopias de estos planos para el mapeo de parcelas, evaluaciones del hábitat, etc.
En la medida de lo posible, las estaciones de monitoreo deben operarse indefinidamente. Aunque los objetivos varíen, sugerimos que las estaciones de captura con redes y búsqueda de nidos se operen durante un mínimo de cuatro años consecutivos y las parcelas de censado durante tres años.
Fuente: Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
C. John Ralph Geoffrey R. Geupel Peter Pyle Thomas E. Martin
David F. DeSante Borja Milá


martes, 17 de diciembre de 2013

Costumbres de las golondrinas Estas ideas fueron,


Costumbres de las golondrinas
Estas ideas fueron, sin embargo, combatidas con vigor, y vemos a Tesdorf de Lubeck, Halmann, Browne, Herman, el Dr. Lottinger y Buffon oponerse a este error. Buffon trata hasta de explicar el origen de esa creencia. "He pensado, dice, que entre el gran número de golondrinas que se juntan de noche, en los primeros y los últimos tiempos de su permanencia, encima de los juncos de las lagunas y que (' revolotean tan a menudo sobre el agua, pueden ahogarse muchas por diversos accidentes fáciles de imaginar; que unos pescadores hayan podido encontrar en sus redes algunas de estas golondrinas ahogadas recientemente; que habiéndolas llevado cerca de una estufa, hayan podido recuperar el movimiento en su presencia; que, de allí se haya concluído, con demasiada prisa, y generalizando demasiado, que en ciertos países todas las golondrinas invernaban debajo del agua."
La presencia en nuestros países de ciertas golondrinas en 'pleno invierno dio lugar a nuevas explicaciones. Klein, Buffon, Vieillót y otros emitieron la hipótesis. de que hay golondrinas que permanecen aletargadas durante el invierno y quedan en nuestras regiones sumidas en un profundo sueño invernal. Esta hipótesis fue apoyada sobre numerosas observaciones.
"Vieillot vió, en Rouen, durante el invierno de 1775 a 1776, una golondrina rústica que tenía como escondrijo un agujero debajo de la bóveda del puente. Salía regularmente en los días templados de los meses de noviembre, diciembre y febrero.
Esta golondrina permanecía a veces escondida durante veinte o treinta días, y todo el tiempo en que el aire exterior era demasiado frío. Por lo que Vieillot deducía, que debía entonces quedar aletargada."
Una observación semejante, hecha por Achard de Prévy-Garden, está consignada en Philosophical Transactions de 1763. Palias relata hechos del mismo género en su libro Voyage dans plusieurs provinces de l' Empire de Russie et dans l' Asie scptcntrionalc, y por el Rev. Colin Smit en el New Philosophical Journal.
Esta opinión encontró aun defensores en Gould, Verreaux, Cuvier y Dutrochet, los dos últimos miembros de la Academia de Ciencias de Francia.
Había quedado reservado a uno de 'los naturalistas más célebres del siglo XVIII, a Spallanzani, el refutar errores que, hacía dos siglos, se habían vuelto creencias populares. Mediante experiencias interesantes, consiguió demostrar la imposibilidad de hacer caer en el estado de letargo a golondrinas, exponiéndolas a un frío inferior a la congelación, o de conservarlas con vida sumergidas en el agua o en el barro.
Hoy se admite universalmente que las especies de hirundínidos que poseemos en Bélgica pasan regularmente todos los inviernos en África o en la región sudeste de Asia.
La salida de las golondrinas en el otoño y su regreso en la primavera no se verifica a el mismo modo. El regreso se produce siempre aisladamente o solamente por parejas. La partida, al contrario, se hace habitualmente en bandada. "Cuando los individuos de una misma región sienten la necesidad de cambiar de clima, se les ve agitarse más que de costumbre; sus gritos de llamada son más frecuentes; tienen mayor tendencia a juntarse y a evolucionar en el aire; se agrupan varias veces en el día sobre los techados, las cornisas de las casas, las ramas secas en lo alto de los árboles, etc. Su agitación, sus gritos y sus maniobras diarias, son un indicio seguro de su próxima desaparición; por fin, cuando llega el día de la partida, se juntan todas y se levantan lentamente en las altas regiones aéreas, gritando y dando vueltas. El viaje se inicia a cualquier hora del día, si el tiempo es propicio.
Sin embargo, las golondrinas tienen una preferencia señalada para las horas de la tarde y salen habitualmente cuando el sol cae en el horizonte".
Vuelo de los hirundínidos es muy vivo y ligero; a veces descansan en el suelo pero caminan con bastante dificultad.
Para descansar, se paran generalmente en la cima de los árboles, sobre ramas flexibles desprovistas de hojas o sobre hilos telegráficos.
Su vista tiene un alcance asombroso y puede ser igualada a la agudeza visual de las rapaces. En pleno vuelo, a distancias increíbles, distinguen los más pequeños insectos. Después del vuelo, la vista es la facultad que tienen más desarrollada.
Los hirundínidos tienen, además, un conjunto de cualidades verdaderamente notables: son alegres, sociables, pacíficos, prudentes, inteligentes y valientes.
Fuente: Anónimo (1922) Informaciones. Costumbres de las golondrinas. Hornero

002 (04) : 305-311

martes, 10 de diciembre de 2013

Aves Marinas y Playeras Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural Cormorán Gris


Aves Marinas y Playeras
Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural
Cormorán Gris
Distribución
Nidifica a lo largo del Océano Pacífico, desde Perú hasta el sur de Chile. En Argentina, se lo encuentra solamente en la costa de Santa Cruz.
Dimensiones
Mide aproximadamente 60 cm de largo.
Peso
Pesa aproximadamente 1,4 Kg.
Características morfológicas
Su plumaje es gris azulado en el dorso y su vientre blanco. Posee manchas blancas en las alas y a los costados del cuello. Sus ojos son verdes y alrededor de ellos posee unos anillos de color celeste. Su pico es amarillo con la base roja. Las patas son de color rojo coral. Los juveniles son grises sin manchas blancas.
Comportamiento general
Es un ave marina buceadora, que se propulsa debajo del agua con sus patas. Vuela recto y bajo, con aleteos rápidos. Nidifica sobre paredes de acantilados rocosos de elevada pendiente, tanto en islas como en el continente. A diferencia de la mayoría de las aves marinas, y al igual que el Cormorán Cuello Negro, permanece todo el año en la colonia, siendo escasa su dispersión post reproductiva.
Alimentación
Se alimenta principalmente de poliquetos, crustáceos, peces bentónicos y peces pelágicos como la sardina fueguina. Durante la etapa reproductiva realiza en promedio cuatro viajes de alimentación por día, de 1 a 2 hs de duración. Durante estos viajes llevan a cabo una serie ininterrumpida de buceos cortos (26s) seguidos por intervalos de recuperación en superficie de menor duración (9 s). Se alimentan en áreas muy cercanas a la costa (menos de 1 Km) y de baja profundidad (menor a 5 m).
Reproducción
Las colonias de esta especie se ubican muchas veces junto a las del Cormorán Cuello Negro. Construyen sus nidos sobre los restos de guano del nido utilizado en la temporada anterior, al que acondicionan con plumas, algas y ramas de arbustos. La puesta de los huevos comienza en octubre. Cada pareja pone en promedio 3 huevos que incuba durante aproximadamente un mes. El tamaño de la nidada es mayor que en otros cormoranes, como el Cormorán Cuello Negro o el Imperial, ya que se ha observado un alto porcentaje de nidos con 4 huevos. Tanto durante la etapa de incubación, como durante la crianza de pichones, ambos miembros de la pareja alternan periodos de alimentación en el mar con periodos de cuidado del nido. Los pichones se independizan de sus padres hacia fines de enero.
Estado de Conservación
La población total en Argentina de esta especie es de tan sólo 1100 parejas, siendo sus colonias muy pequeñas (menores a 600 parejas). Si bien actualmente no existen estimaciones de mortalidad asociada a actividades humanas, como la pesca o la extracción y transporte de hidrocarburos, es importante destacar que algunas colonias han disminuido su tamaño. En particular la colonia de La Mina (al sur de Santa Cruz), que alberga el 50% de la población argentina, ha disminuido su tamaño considerablemente en las últimas décadas. En el año 2008 la UICN ha categorizado a esta especie como Cercana a la amenaza (NT).
Fuente: Aves Marinas y Playeras

Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural

martes, 3 de diciembre de 2013

Cómo atraer a los pájaros en invierno

Cómo atraer a los pájaros en invierno
En los meses más duros, fríos y oscuros del año puedes lograr que tu jardín vibre de color, movimiento y algarabía gracias a la visita de petirrojos, camachuelos, herrerillos, pinzones, carboneros, verderones, jilgueros, mirlos... Dándoles comida, cobijo y agua puedes atraerlos y acostumbrarlos a visitarte.
El invierno es una estación muy dura para los pájaros silvestres ya que al frío se añade la escasez de alimento disponible en la Naturaleza. Por tanto, dándoles comida, abrigo y agua conseguirás disfrutar observándolos desde muy cerca, al tiempo que los ayudas a sobrevivir en la época más desfavorable.
Una de las ventajas de acostumbrar a las aves a que frecuenten el jardín o incluso se instalen en él, es que si surgen plagas en primavera las atacarán antes, ayudándote así a combatirlas.
¿Qué pájaros suelen visitar los jardines españoles? Herrerillos, pinzones, carboneros, verderones, jilgueros, lúganos, petirrojos, camachuelos, mirlos... Muchos habitan en la Península durante todo el año, aunque resultan más visibles en los jardines en invierno; otros son aves migratorias y solo nos visitan en estos meses.
Plantas alimenticias
Muchos árboles y arbustos con bayas y semillas constituyen una importante fuente de alimento, pero además les proporcionan protección. Distintas especies de aves satisfacen sus necesidades a distintas alturas, por lo que, en la medida de lo posible, lo ideal es recrear diferentes estratos como sucede en la Naturaleza. A mayor variedad vegetal, mayor diversidad de aves podrás atraer. Además, así no solo disfrutarás de la presencia de estos animales sino también de los coloridos frutos y hojas con que se vestirá tu particular paisaje invernal.

Serbales, madroños, acebos, cotoneaster, rosales que producen escaramujos, pyracanthas, cornejos, viburnos, aligustres, espinos, zarzamoras, arándanos, hiedras, pueden surtirles de alimento. Sin olvidar las semillas de los Sedum spectabile, cardos, gramíneas ornamentales...

Comida complementaria
Para complementar la alimentación de las aves puedes instalar comederos. En los centros de jardinería encontrarás muchos modelos, tamaños y estilos, desde los más clásicos hasta los de diseño más actual. Hay sencillos alimentadores de plataforma que consisten en una bandeja colocada sobre un poste; contenedores colgantes en forma de tubo o de sencilla bolsa de red; cómodos dispensadores automáticos, que resultan accesibles a los pájaros. Asimismo se puede dejar algo de comida en el césped o bajo los arbustos para aquellas aves que prefieren alimentarse en el suelo, como las tórtolas.

Puedes suministrarles desde pan desmenuzado, frutos secos (sin sal) y manzana o naranja, hasta arroz cocido, queso rallado, y sebo. Aunque lo más adecuado es adquirir mezclas de semillas preparadas para tal fin; las mejores son las que contienen granos de diferentes tamaños y comida blanda de alto contenido en grasa, de forma que cada ave tome el alimento que le convenga según la morfología de su pico. Encontrarás estos alimentos en tu centro de jardinería.

También puedes amontonar algo de hojarasca en la que se oculten pequeños invertebrados de los que darán buena cuenta mirlos, chochines y otros insectívoros.
No te olvides del agua
El agua, tanto para beber como para el baño, es algo que agradecen las aves también en invierno. Los recipientes deben tener un interior no resbaladizo. También debes evitar que se forme hielo durante las épocas más frías, pero nunca añadas sal, azúcar o anticongelantes.

El aporte de comida y agua debe realizarse con regularidad a lo largo de todo el invierno. Cara a la próxima primavera, también puedes ofrecerles casitas de anidar.
Algunas precauciones
• Limpia regularmente los alimentadores y bebederos para evitar la proliferación de bacterias u hongos nocivos.
• Ten especial cuidado con los gatos, grandes depredadores de los pajaritos que intentas atraer. Por ello conviene instalar los alimentadores y el agua en algún lugar seguro, próximo a los árboles o arbustos para que puedan refugiarse rápidamente ante un ataque. Colocarle un cascabel al gato servirá para advertir de su presencia a los alados visitantes. 
• Las ardillas también pueden llegar a ser una molestia en los comederos. Si forras el poste con un plástico liso no podrán trepar. También puedes colgarlos de ganchos de pastor en lugar de las ramas de los árboles. 
• Retira del suelo los restos de comida, ya que podrían atraer a las ratas. 
En la foto, tres jilgueros comen las semillas de un comedero de tubo mientras se aleja volando un herrerillo. Foto: Istockphoto / Andrew Howe

Comederos: clásicos o de diseño
Los comederos y bebederos para pájaros admiten hoy en día los más diversos estilos, desde los más clásicos hasta los de diseño más actual, como estos de la firma danesa Eva Solo. Los encontrarás en tu centro de jardinería.

martes, 26 de noviembre de 2013

Aves Marinas y Playeras - Biguá Phalacrocorax olivaceus


Aves Marinas y Playeras
Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural
Biguá
Phalacrocorax olivaceus
Es una especie ampliamente distribuida en la Región Neotropical. Se la encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el Cabo de Hornos, en ambientes marinos y de agua dulce.
Dimensiones
Su largo es de alrededor de 73 cm.
Peso
Pesa entre 1 y 1,5 Kg.
Características morfológicas
Es un ave marina buceadora, que se propulsa debajo del agua con sus patas. Es monógamo y procrea en colonias. En tierra es común verlo posado en ramas o rocas, con sus alas extendidas secándose al sol.
Nada con el cuerpo semi-sumergido, a veces con la cabeza bajo el agua. Su vuelo es bajo y recto, con aleteos rápidos.
Comportamiento general
Su plumaje es negro, y posee un cuello y cola largos. Sus ojos son verdes y el pico azulado. Durante la etapa reproductiva posee un jaspeado blanco detrás del ojo y una banda de plumas blancas en el borde de la garganta.
Alimentación
Sus principales presas son peces que se desplazan en cardúmenes cerca de la superficie, como el pejerrey y el róbalo. Captura sus presas en forma individual o en bandadas. Se alimenta principalmente en aguas costeras y de poca profundidad. Realiza buceos de corta duración (18 s en promedio) y permanece en la superficie, entre buceos consecutivos, alrededor de 7 s.
Reproducción
Sus nidos son plataformas construidas con ramas, con una depresión en el centro, generalmente sobre arbustos. Dependiendo de la colonia, la puesta de los huevos puede realizarse en uno o varios periodos del año. En general, ocurre entre octubre y enero. Usualmente pone 3 huevos que son incubados por ambos miembros de la pareja durante aproximadamente 27 días. Luego, ambos padres alimentan a los pichones por alrededor de 11 semanas.
Estado de Conservación
Se estima que a nivel global, su población actual es de aproximadamente 2.000.000 de individuos. La población reproductiva estimada para la costa patagónica es de 1200 parejas. Actualmente el Biguá no se encuentra bajo ningún tipo de explotación que pueda afectar directamente a sus poblaciones. La UICN lo ha categorizado en el año 2008 como de Preocupación menor
(LC). Sin embargo, como toda ave marina está expuesta a la contaminación por hidrocarburos, a la captura incidental en artes de pesca y al disturbio ocasionado por el turismo en sus colonias.
Fuente: Aves Marinas y Playeras

Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural

martes, 19 de noviembre de 2013

ESTRATEGIA NACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LAS AVES DE COLOMBIA Visión


ESTRATEGIA NACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE
LAS AVES DE COLOMBIA
Visión
La estrategia nacional para la conservación de las aves constituirá una herramienta esencial para fortalecer el conocimiento de las aves y para el desarrollo de una conciencia ciudadana hacia la conservación de las mismas y sus hábitats. Con el desarrollo de esta estrategia se establecerá un sistema de información que integre el conocimiento científico sobre la avifauna del país, una red nacional de ornitólogos y observadores de aves, se estimulará la generación de estudios con énfasis sobre aquellas especies que están amenazadas y sobre sus hábitats, y se promoverá el establecimiento de áreas protegidas para la conservación de las mismas.
Objetivo General de la Estrategia
El objetivo central de la estrategia es mejorar la conservación de las aves en Colombia a través de su estudio, protección y manejo de hábitats.
Objetivos Específicos
Desarrollar un sistema de información para el estudio y seguimiento del estado poblacional de las aves.
Establecer un programa de educación ambiental para incrementar la conciencia ciudadana.
Conservar la avifauna a través de la protección y manejo in situ y ex situ.
Fortalecer la capacidad institucional para desarrollar la estrategia.
Síntesis de Resultados por Objetivos
Objetivos
1. Desarrollar un sistema de información para el estudio y seguimiento de las aves.
2. Establecer un programa de educación ambiental para incrementar la conciencia ciudadana.
3. Conservar la avifauna a través de la protección y manejo in situ y ex situ.+
4. Fortalecer la capacidad institucional para desarrollar la estrategia.
Metas
· Bancos de datos sobre las aves colombianas establecidos
· Incremento en calidad y cantidad de investigaciones sobre todos los aspectos de la biología de las aves colombianas.
· Áreas clave para la conservación de las aves identificadas.
· Conocimiento incrementado sobre los usos de las aves.
Conciencia sobre los valores ecológicos, estéticos y económicos de las aves incrementada.
· Efectividad de las áreas protegidas incrementada.
· Condiciones mejoradas para la conservación de las aves en paisajes rurales y urbanos.
· Áreas clave para la restauración ecológica identificadas y rehabilitadas.
· Programas de conservación y manejo ex situ establecidos.
· Personal profesional y técnico bien calificado.
· Estatus de protección legal claramente definido para las especies de aves amenazadas.
· Capacidad institucional fortalecida para llevar a cabo los diferentes componentes de la estrategia.
Fuente: E. Botero, S. Córdoba, S. De la Zerda, G. Didier, F. Estela, G. Kattan, E.
Londoño, C. Márquez, M. I. Montenegro, C. Murcia, J. V. Rodríguez, C.
Samper y W.H. Weber. 2000. Estrategia nacional para la conservación
de las aves de Colombia. Instituto Alexander von Humboldt,
Bogotá, Colombia. ISBN 958-


martes, 12 de noviembre de 2013

LA MIGRACIÓN DE AVES Dentro de la migración aparecen varios modelos


LA MIGRACIÓN DE AVES
Dentro de la migración aparecen varios modelos diferentes, aún así, la mayoría de aves adoptan unas estrategias más o menos generales:
1.- Migradores de largo recorrido:
Suelen corresponder a especies plenamente migradoras que viven en el hemisferio norte, donde las masas de tierra están cercanas al Polo Norte (Europa, Asia y Norteamérica), con grandes cambios climáticos anuales, encontrando los veranos cálidos y con gran abundancia de alimento y los inviernos fríos y con escaso alimento. En el hemisferio sur, las cosas cambian debido a que las masas de tierra están más alejadas del Polo Sur, siendo las variaciones climáticas menos marcadas provocando una abundancia estable de alimento a lo largo del año, en consecuencia muchas de las aves no se ven obligadas a migrar.
Estas especies presentan las zonas de cría en Europa y los cuarteles de invernada en el centro o sur de Africa. Las que nidifican en la Europa oriental invernan en las regiones tropicales o subtropicales de Asia. Existen especies migradoras que suelen pasar todo el año en climas templados como es el caso de la cigüeña de Abdim que realiza una migración intertropical pasando el invierno en la parte sur de Africa.
Ejemplos de aves migradoras de largo recorrido hay muchos, así el charrán ártico (Sterna arctina), se desplaza del Circulo Polar ártico hasta el extremo sur de Africa, alrededor de 20.000 km.; el combatiente (Philomachus pugnax) ) que cría en el norte de Euroasía, inverna en el Africa tropical, los que nidifican en el extremo oriental de Siberia pasan a invernar al sudeste de Africa e Insulindia, realizando un desplazamiento de 12.000 km.; Las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) nidificantes en Europa occidental invernan en Africa tropical occidental, atravesando el desierto de Sahara (2.000 km), las que nidifican en Europa oriental junto con las procedentes de Asia Menor invernan en Africa oriental y austral desplazamientos de 8-9.000 km.; el carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus) migra del sur de Inglaterra a Africa occidental desplazándose 4.300 km. en apenas 3 días.; el chorlitejo dorado (Pluvialis apricaria) se desplaza desde Alaska hasta la costa de Hawai para invernar recorriendo unos 3.000 km., distancia que recorren sin descansar en un tiempo recor (48 h.); los Ansares nivales recorren 2.700 km. en 60h.; los Colibríes cruzan de un tirón el Golfo de México, aproximadamente 1.000 km.; las grullas (Grus grus) que viven en la tundra tienen su área de invernada en Gallocanta y Extremadura (al sur de España) pasando algunas al norte de Africa; los flamencos rosados (Phoenicopterus ruber) tienen sus cuarteles de invernada en la Fosa del Rift en Africa donde se concentran más de un millón de aves.
En Africa occidental existen 6 especies de rapaces que realizan desplazamientos de largo recorrido motivados por la escasez de alimento que provocan los ciclos de precipitaciones anuales predecibles. Durante la estación seca se hallan en las sábanas del sur y en la estación de lluvias se trasladan a las praderas del norte hasta el límite del desierto, volviendo al sur cuando se terminan las lluvias.
Algunas de las escasas especies nidificantes en el hemisferio sur, son migradoras de largo recorrido como la golondrina de Hornos , cría en Uruguay y Argentina y se desplaza a sus cuarteles de invernada a Colombia, Venezuela y Guayanas.
Dentro de los migradores de largo recorrido encontramos especies que migran durante la noche a gran altitud, descansando y alimentándose por el día, existen especies de limícolas que nidifican en las tundras de Europa y Siberia que migran por la noche descansando en las zonas húmedas tanto costeras como interiores, suelen migrar de julio a octubre para regresar a las zonas de cría entre marzo y junio.
; y otras migradoras de día como las rapaces diurnas, aves planeadoras como las cigüeñas, flamencos, grullas, otras como bisbitas (Anthus sp.), lavanderas (Motacilla sp.), abejarucos (Merops apiaster), realizando paradas para alimentarse y descansar pero algunas especies no necesitan hacer escalas ya que pueden alimentarse en pleno vuelo como las golondrinas, vencejos
2.- Migradores de corto recorrido:
Corresponden a especies migradoras parciales, que suelen desplazar de sus zonas de cría en Europa a las zonas ribereñas del mediterráneo cuyo clima es muy parecido, encontrando puntos de solapamiento de las dos zonas (cría e invernada).
Encontrando especies que migran durante el día, como el pinzón vulgar ( Fringilla coelebs), jilguero (Carduelis carduelis), pardillo común (Acanthis cannabina), las palomas ( Columba sp.), . Otras especies migran durante la noche como el petirrojo (Erithacus rubecula) o los zorzales (Turdus sp.). El zorzal común (Turdus philomelos) que nidifica en el Centro de Europa tiene los cuarteles de invernada al sur de Francia y en España y otros países del Mediterráneo occidental. Además podemos encontrar especies de aves que migran tanto por la noche como por el día como es el caso de las alondras (Alauda arvensis).
También el bisbita alpino (Anthus spinoletta), que nidifica en altas montañas de Europa, las poblaciones de los Alpes invernan una parte de la población en las llanuras del norte y noreste de Europa y la otra parte por las del sur.
En algunas ocasiones aparecen especies que migran en casos climáticos extremos como el pinzón real (Fringilla montifringilla), el avefría (Vanellus vanellus).
Estas especies suelen empezar a migrar más tarde y vuelven antes que las especies de largo recorrido.
3.- Migradores altitudinales:
Suelen correspondes a especies que realizan desplazamientos desde las altas montañas a los valles o montañas con menor altitud, como el acentor alpino (Prunella collaris), el treparrisco (Tichodroma muraria), el verderón serrano (Serinus citrinella) y el mirlo capiblanco (Turdus torquatus). Estas especies suelen realizar los desplazamientos entrado el otoño regresando a la zona de cría en primavera.
Fuente: LA MIGRACIÓN DE AVES
Grup d'Estudis i Protecció de les Rapaces (G.E.R.)

JOSE V. BORT CUBERO J. LLUIS BORT CUBERO

martes, 5 de noviembre de 2013

RECUENTO ANATOMOFISIOLOGICO La capacidad de visión de las aves excede



RECUENTO ANATOMOFISIOLOGICO
La capacidad de visión de las aves excede por mucho la de los mamíferos pudiendo tener una visión más lejana, aguda de 2 a 8 veces mayor a la del hombre normal con una capacidad de detección de movimientos de 10 a 15 veces superior, pudiendo además apreciar colores vetados para nuestros ojos.
En el humano el peso promedio del globo ocular es de un 1% respecto al peso total del cráneo mientras en las aves esta relación es muy superior para algunas aves como el Avestruz llegando a alcanzar de un 7 aun 12%.
Por otra parte el globo ocular en los mamíferos es usualmente esférico lo que le confiere una mayor movilidad en su órbita permitiendo un mayor ángulo de visión sin necesidad de voltear la cabeza mientras en las aves existe una desproporción entre las dimensiones de la cámara anterior y la posterior, la que presenta mucha más dimensión.
Por las diferencias de características evolutivas las aves presentan en su anatomía ocular tres diferentes formas de ojos. Estas tres formas se producen producto a la especialización en la adaptación a los diferentes ecosistemas y tipo de alimentación desarrollada por las especies, desarrollando formas de globo ocular Planos, Globoso y Tubular.
Las especies aviares para alcanzar un mayor ángulo visual a falta de la movilidad ocular deben auxiliarse de la conformación anatómica que presentan a nivel cervical con una sola región articular entre el hueso Occipital y el Atlas que les permite un mayor ángulo de rotación del cuello.
Característica mejor apreciada en las aves rapaces nocturnas que permanecen inmóviles en sus perchas y rotan periódicamente la cabeza en ángulos increíbles para ver o detectar el sonido de las presas ocultas en las yerbas.
Las diferencias anatómicas aviares entre una especie y otra son más que evidentes, hecho que también incluye el sistema de la visión, así los ojos en las aves tienen una disposición variable de acuerdo a la configuración evolutiva de su cráneo, transitando de una posición semilateral en diverso grado hasta llegar a una visión más frontal.
La visión semilateral dificulta su ángulo de visión anterior del ave al interponerse la región anatómica del pico en el ángulo de visión interna, quedando una región anterior y una posterior en la penumbra por la presencia del cráneo. Este defecto anatómico de algunas especies de aves lo compensan con rápidos movimientos rotacionales de cabeza manteniéndose así con un ángulo de visión de 360º en guardia frente a los depredadores que al conocer estas desventajas de sus contrarios tratan de colocárseles en la región superior del ángulo ciego, detrás de la nuca, para luego asestar el rapidísimo ataque mortal.
Fuente: Valoración de las afectaciones al sistema visual de las aves
Dr. Carlos J. Soto Piñeiro y Dra. Elena Bert
Centro veterinario Monviso. Torino, Italia

Contacto: elecarlosvet@yahoo.it

viernes, 1 de noviembre de 2013

Biguá Phalacrocorax olivaceus



Aves Marinas y Playeras
Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural
Biguá Phalacrocorax olivaceus
Distribución
Es una especie ampliamente distribuida en la Región Neotropical. Se la encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el Cabo de Hornos, en ambientes marinos y de agua dulce.
Dimensiones
Su largo es de alrededor de 73 cm.
Peso
Pesa entre 1 y 1,5 Kg.
Características morfológicas
Es un ave marina buceadora, que se propulsa debajo del agua con sus patas. Es monógamo y procrea en colonias. En tierra es común verlo posado en ramas o rocas, con sus alas extendidas secándose al sol.
Nada con el cuerpo semi-sumergido, a veces con la cabeza bajo el agua. Su vuelo es bajo y recto, con aleteos rápidos.
Comportamiento general
Su plumaje es negro, y posee un cuello y cola largos. Sus ojos son verdes y el pico azulado. Durante la etapa reproductiva posee un jaspeado blanco detrás del ojo y una banda de plumas blancas en el borde de la garganta.
Alimentación
Sus principales presas son peces que se desplazan en cardúmenes cerca de la superficie, como el pejerrey y el róbalo. Captura sus presas en forma individual o en bandadas. Se alimenta principalmente en aguas costeras y de poca profundidad. Realiza buceos de corta duración (18 s en promedio) y permanece en la superficie, entre buceos consecutivos, alrededor de 7 s.
Reproducción
Sus nidos son plataformas construidas con ramas, con una depresión en el centro, generalmente sobre arbustos. Dependiendo de la colonia, la puesta de los huevos puede realizarse en uno o varios periodos del año. En general, ocurre entre octubre y enero. Usualmente pone 3 huevos que son incubados por ambos miembros de la pareja durante aproximadamente 27 días. Luego, ambos padres alimentan a los pichones por alrededor de 11 semanas.
Estado de Conservación
Se estima que a nivel global, su población actual es de aproximadamente 2.000.000 de individuos. La población reproductiva estimada para la costa patagónica es de 1200 parejas. Actualmente el Biguá no se encuentra bajo ningún tipo de explotación que pueda afectar directamente a sus poblaciones. La UICN lo ha categorizado en el año 2008 como de Preocupación menor (LC). Sin embargo, como toda ave marina está expuesta a la contaminación por hidrocarburos, a la captura incidental en artes de pesca y al disturbio ocasionado por el turismo en sus colonias.
Fuente: Aves Marinas y Playeras

Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural

martes, 22 de octubre de 2013

Cría en cautiverio de Reina Moras.


Cría de Reina Moras
Allí se inicia la lucha por la alimentación de los pichones que en los primeros días es realizada sólo por la madre y más tarde por ambos. El macho canta mucho en esta época, como que quiere proteger el nido y la prole, espantando a los intrusos. Al fin de los 13 días los pichoncitos salen del nido y permanecen con los padres hasta los 35 días más o menos, época en que ya están comiendo alpiste solos. Las madres no son muy celosas de los pichones y se pueden mirar y tocar cuando están en el nido, incluso aceptan de buen grado que le ayudemos en la cría administrándole por la mañana una ración a los pichones con una jeringa pequeña.
Una buena técnica para constatar la salud de los pichones es dar un leve toque en el nido, si los pichones en pleno goce de salud, levantarán la cabeza y abrirán los picos pidiendo comida, caso contrario algo andará mal y deberemos verificar si no están con diarrea u hongos (localizados en la parte interna del pico). Antes de que salgan del nido se debe verificar también de que tengan comida en el buche y si sus heces están envueltas en una especie de membrana y si las hembras las retiran del nido sin dificultad, caso contrario el pichón probablemente este diarreico.
En este período en torno a los 25 o 26 días del nacimiento la hembra pone de nuevo y recomienda todo el ciclo de cría.
Los pichones al ser separados de los padres deben tener cuidados especiales de protección y alimentación abundante. Deben ser colocados en un lugar más amplio para que puedan volar bastante a fin de fortalecer los músculos de las alas.
Como mencione antes las reinamoras son muy propensos a presentar diarreas inespecífica, pero también son comunes los casos de falsas mudas y peladillas, casi siempre a causa de alimentación inadecuada, también son afligidos comúnmente por ácaros desplumantes.
El color azul: en los pájaros los colores pardos, amarillos, rojos y anaranjados se deben a pigmentos que ingieren o producen, pero si moliéramos una pluma azul de reinamora, obtendríamos un polvo gris, ya que el azul no es un pigmento. Este color se debe a que la estructura de su plumaje produce una dispersión preferencial del componente azul de la luz blanca.
El compuesto principal de las plumas es la queratina; es ideal para las alas porque es ligera, flexible y resistente. Es ligera porque contiene burbujas de aire de tamaño ultramicroscópico. Éstas tienen dimensiones compatibles con la dispersión de la luz azul, como las moléculas de gas en la atmósfera. La parte queratinosa del ala contiene también granos de melanina incrustados en la base para reforzar su estructura. Todos los colores, excepto el azul dispersado por las burbujas de aire, son absorbidos por esta capa basal de melanina. El fondo de melanina funciona de la misma manera que el fondo oscuro del espacio; es decir, intensifica el azul difuso dispersado
Fuente: Reinamoras ( Cyanocompsa brissonii)
Relizado por Omar Garcia con la colaboración de Hugo Ferrari y Diego Pronzatti para
Carduelios@gruposyahoo.com

Cría en cautiverio de Reina Moras.

LISTA COMENTADA DE LAS AVES DEL TAGANT - Tringa glareola

  Tringa glareola ― andarríos bastardo Según Lamarche (1988) es poco común en Mauritania, donde presenta pasos apreciables sobre todo en las...