viernes, 9 de agosto de 2013

Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres Prioridad IV.


Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
Prioridad IV. Censos por puntos alejados de carreteras. Como cuarta prioridad recomendamos que la estación incorpore conteos por puntos organizados en intervalos de aproximadamente 100 puntos en áreas alejadas de la red vial y no cubiertas por los conteos desde carreteras descritos anteriormente. Cada intervalo de 100 puntos requerirá un máximo de 10 días-persona durante el mismo periodo que los censos desde carreteras, suponiendo que se puedan cubrir 10 puntos cada día utilizando senderos o a campo traviesa.
Prioridad V. Trabajo adicional. Cuando los recursos lo permitan, se recomienda que la estación aumente sus esfuerzos siguiendo el orden de prioridades aquí establecido. Sin embargo, las condiciones locales, diversidad de hábitats, la duración de la temporada y la consulta con bioestadistas, modificarán el orden y la magnitud del trabajo adicional a realizar en cada estación.
Así mismo, según los intereses de los investigadores, la estación podrá incorporar estudios adicionales no cubiertos en el presente manual.
Ubicación de una estación de monitoreo
Una estación de monitoreo debe ubicarse en un hábitat representativo de la zona, o bien en un área de especial interés. La estación puede abarcar varios tipos de hábitat, algunos de los cuales contarán con mayores densidades de aves que otros. Debido a la posibilidad de que los parámetros poblacionales y demográficos derivados sean altamente sensibles a cambios sucesionales de la vegetación, las estaciones no deberán situarse en hábitats demasiado jóvenes. Sin embargo, el uso de un hábitat joven es aceptable si éste se mantiene en un estadio sucesional bajo debido a técnicas de manejo activas en la zona (tala forestal, agricultura, etc.).
Si el método de monitoreo utilizado en la estación incluye un elevado número de puntos de conteo, estos pueden repartirse a lo largo de una red de carreteras o senderos, cubriendo una amplia superficie dentro de la zona estudiada. Esto aportará solidez a los datos obtenidos ya que cada punto se encontrará situado en un lugar representativo de los hábitats de la zona. Para los métodos de búsqueda de nidos y mapeo de parcelas, las parcelas de estudio, normalmente cuadradas o rectangulares, suelen establecerse en zonas de un sólo tipo de hábitat. Las parcelas situadas en hábitats heterogéneos no suelen ser tan útiles ya que resulta difícil analizarlas en función de cada uno de los hábitats que contienen.
Para el método de captura con redes, sugerimos que las redes se situen donde el número de capturas sea alto. Por el contrario, los puntos de conteo y las parcelas de búsqueda de nidos deben situarse en lugares representativos de la zona.
Estaciones permanentes
Aunque los programas de monitoreo a gran escala son de vital importancia, estudios detallados en áreas protegidas, tales como parques o reservas biológicas, pueden contribuir notablemente a aumentar nuestros conocimientos sobre  las poblaciones de aves terrestres. Los estudios intensivos sobre la biología de especies determinadas, normalmente mediante el marcaje de individuos con anillos de colores, pueden aportar valiosa información para su manejo. Así mismo, el desarrollo simultáneo de otras investigaciones biológicas en la estación ayudará a conocer mejor los distintos factores que afectan a las poblaciones de aves terrestres y sus hábitats. Las estaciones de monitoreo permanentes con proyectos de campo activos y alojamiento para biólogos, son idóneas para el desarrollo de programas intensivos en zonas remotas y a menudo atraen voluntarios.
La obtención de patrocinadores institucionales para estaciones permanentes puede dar lugar a compromisos de largo plazo. Un programa de monitoreo con dichos compromisos continuará adelante a pesar de reemplazos en el personal y, con suerte, contará con un aporte estable de fondos. Además, la participación de voluntarios locales en la toma de datos y otras actividades de la estación puede dar lugar al desarrollo de programas educativos que promuevan el acercamiento entre la estación, otras entidades de la región y la comunidad local. Los observatorios ornitológicos y las estaciones biológicas universitarias en Norteamérica y América Latina llevan años poniendo en práctica programas de estas características.
Fuente: Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
C. John Ralph Geoffrey R. Geupel Peter Pyle Thomas E. Martin

David F. DeSante Borja Milá

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