El Perico Esmeralda
Nombre científico: Forpus coelestis.
El perico esmeralda, también conocido en nuestro medio como
“esmeraldita”, es uno de los pericos más comunes en las tiendas de aves de
nuestra ciudad, esto se debe principalmente a su tamaño, su rusticidad y su
enorme belleza, características que lo colocan como una de las mascotas
preferidas por los amantes de las aves.
La distribución natural de este perico abarca desde el oeste
de Ecuador hasta el noroeste del Perú (La Libertad), en nuestro país esta ave
es bastante común en su área de distribución, razón por la cual las aves
comercializadas proceden en su mayoría de la extracción de la naturaleza y no
de la cría en cautiverio.
Las esmeralditas adultas alcanzan un tamaño entre 12 a 13
cm. y pesan alrededor 30 gramos. Pueden llegar a a vivir, si les proporcionamos
buenas condiciones, alrededor de diez años. El dimorfismo sexual es evidente,
el macho es de un ligero verde plateado con una pincelada azul en el área
situada detrás de los ojos. La parte inferior de la espalda, y las plumas
cobertoras del ala aparecen coloreadas de un azul cobalto brillante.
En el caso de las hembras, la mancha azul que aparece detrás
del ojo es de bastante menor tamaño e intensidad, y el obispillo es ligeramente
azulado. El pico es blanco grisáceo, los ojos castaños y las patas de una
tonalidad parda.
Los juveniles son de una coloración más oscura que los
adultos.
Esta especie fue criada por primera vez en el Perú por R. F.
Losky en 1938, en nuestro medio esta ave tiene la reputación de ser muy difícil
de criar debido a que mayormente contamos con animales silvestres capturados.
Sin embargo, en otros países se cuenta con mucha experiencia en el tema.
El periodo de cría comienza en abril (coincide con la
temporada posterior a las lluvias caracterizado por la abundancia de vegetación
y alimento), etapa en la cual hay que incrementar la provisión de alimento para
estimular el instinto de reproducción. La hembra depositará de 4 a 6 huevos,
aunque se reporta casos de esmeralditas que han llegado a poner hasta 10 huevos
fértiles. La incubación corre a cargo de la hembra, el macho también colabora
en lograr la nidada pasando mucho tiempo en el nido y durmiendo dentro de él
durante la noche, para proporcionarles calor y seguridad a las crías. En el
caso de que la puesta no eclosione, la hembra abandonará los huevos y realizará
otra puesta 7 ó 10 días después.
La incubación comprende un periodo de 21 días, aunque es
difícil determinar el día que se dio inicio a la incubación para estimar la
fecha de eclosión. Los polluelos nacen ciegos y cubiertos solo por un plumón
blanco que pierden al poco tiempo. A los 10 días comienzan a abrirse los
cañones, a los 12 días abren los ojos, y a los 20 días estarán emplumados y
listos para poder identificar visualmente su sexo. En un periodo de 4 a 6
semanas abandonarán el nido y una semana después ya están comiendo solos.
El anillado se puede realizar entre los 8 a 11 días de edad
empleando un anillo de 4.0 milímetros de diámetro. Es recomendable oscurecer el
color del anillo para hacerlo menos evidente y disminuir las posibilidades que
los padres dañen al polluelo al intentar retirar el cuerpo extraño.
Debemos de ser muy cuidadosos con esta especie en lo que se
refiere al contacto entre padres e hijos, ya que algunos progenitores pueden
desarrollar un comportamiento violento contra los pichones, por lo que siempre
debemos de estar atentos a cualquier muestra de agresión para separarlos. Las
crías deben ser trasladadas a otra jaula en el momento en que observemos que ya
comen por si mismas ya que en muchos casos son atacados por los padres para que
se “vayan” puesto que quieren iniciar otra postura.
Fuente: El Perico Esmeralda
Nombre científico: Forpus coelestis.
Ing. Cesar Ortiz Zevallos
Socio A.P.O. Nª 068
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