miércoles, 31 de julio de 2013

La influenza aviar

La influenza aviar
La influenza aviar se ha registrado en todo el mundo, pero las diferentes cepas pueden tener una prevalencia mayor en determinadas zonas.
Los focos de influenza aviar altamente patógena (H5N1) surgido en Asia del sudeste a fines de 2003 son particularmente interesantes. Anteriormente, varios otros países asiáticos habían señalado focos y, en algunos, la enfermedad se considera hoy endémica (presente todo el tiempo).
En África y Europa se han registrado también focos de influenza aviar altamente patógena.
¿Cómo se transmite y propaga la enfermedad?
Varios factores pueden contribuir a la diseminación de los virus de la influenza aviar, entre ellos, la mundialización y el comercio internacional (legal e ilegal), las prácticas de comercialización (mercados de aves vivas), las prácticas ganaderas y la presencia de virus en las aves silvestres.
Las aves silvestres pueden normalmente acarrear los virus de la influenza aviar en el tracto respiratorio o intestinal, pero no suelen contraer la infección. Históricamente son conocidas como reservorios de virus de la influenza aviar, en su mayor parte de baja patogenicidad. Por ello, en todo el mundo se han adoptado medidas para vigilar la ocurrencia y características de la influenza aviar en las aves silvestres. Durante las pruebas de rutina es frecuente encontrar algunos virus de la influenza en las aves silvestres, pero la mayoría de éstos no producen enfermedad.
Los estudios de los focos actuales de la influenza aviar altamente patógena (H5N1), no (siempre) han permitido entender aún el papel exacto de las aves silvestres en la difusión del virus a largas distancias en todos casos.
En general, no hay certeza respecto a las especies silvestres involucradas, las rutas migratorias utilizadas y, sobre todo, la posibilidad de que algunas especies puedan ser reservorios permanentes del virus H5N1, sin que los individuos portadores manifiesten signos clínicos.
Los virus de la influenza aviar pueden propagarse por contacto directo con las secreciones de aves infectadas, en especial las heces, o con piensos, agua, equipos y ropa contaminados.
Además de ser altamente contagiosos entre las aves de corral, los virus de la influenza aviar se transmiten rápidamente de granja en granja por los movimientos de aves domésticas vivas, de la gente (especialmente si el calzado y otras prendas están contaminados) y vehículos, equipos, piensos y jaulas contaminados. Los virus altamente patógenos pueden sobrevivir durante largos periodos en el medio ambiente, sobre todo a bajas temperaturas. Por ejemplo, el virus H5N1 altamente patógeno puede vivir en las heces de las aves durante al menos 35 días a baja temperatura (4°C). A temperaturas más altas (37°C), se ha mostrado que puede sobrevivir, en muestras fecales, durante 6 días.
Otras especies, como los gatos, pueden ser excepcionalmente infectadas por el virus H5N1.
Las infecciones preocupan las infecciones en los cerdos debidas a otras cepas de influenza aviar porque la especie es susceptible a las infecciones de virus tanto de la influenza aviar como de la gripe humana, por lo que puede ser un terreno propicio para una adaptación o mutación del virus.
Aunque durante los últimos años se ha registrado la infección esporádica con el virus de la influenza aviar en las dos especies mencionadas, no hay pruebas científicas que sugieran que cumplen un papel importante en la epidemiología de la enfermedad o como fuente del virus para otras especies.
¿Qué riesgos implica para la salud pública?
La enfermedad es una zoonosis (enfermedad que afecta principalmente a los animales, pero que puede transmitirse a los humanos).
Los virus de la influenza aviar son por lo general propios de determinadas especies, pero en raras ocasiones han cruzado la barrera de la especies infectando al hombre.
La transmisión a los humanos se ha producido en contacto estrecho con aves infectadas o entornos muy contaminados. Sin embargo, aunque se ha mostrado que algunas veces las cepas altamente patógenas de este virus pueden infectar al hombre, esta enfermedad no debe confundirse con la gripe humana estacional, una enfermedad común del hombre (causada generalmente por los virus H1 y H3).
Fuente: AI.Es.pdf


lunes, 29 de julio de 2013

Las manifestaciones sonoras en el mundo de las aves


Las manifestaciones sonoras en el mundo de las aves
También se pueden producir sonidos gracias a las plumas: muchos pájaros emiten un silbido rítmico durante el vuelo, bastante audible a media distancia, provocado por el rápido paso del aire entre las plumas alares.
La agachadiza común (ver figura 18) despliega totalmente la cola durante el vuelo territorial descendente; las plumas más externas, de morfología especial, forman un ángulo cercano a los 90º con la trayectoria del ave, y eso provoca una vibración rápida que se traduce en un sonido característico, entre un zumzum y un aletear.
Finalmente, algunos pájaros se ayudan con instrumentos de percusión. Muchas especies de picos, o pájaros carpinteros, complementan su repertorio vocal con un tamborileo que consiguen golpeando rápidamente un tronco con el pico, aprovechando su adaptación anatómica para percutir. Actúan con una fuerza notable, y cuando el tronco utilizado está vacío consiguen un efecto espectacular. Estos pájaros, al menos las especies más pequeñas, no serían capaces de conseguir un sonido tan grave e intenso por medios vocales
Fuente: Universidad Tecnológica OTEIMA
Maestría en Docencia Superior
Las manifestaciones sonoras en el mundo de las aves

Trabajo realizado por: Wanda E. Castillo

viernes, 26 de julio de 2013

Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres -Prioridad II

Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
Prioridad II. Conteos por puntos desde carreteras.
Como segunda prioridad, se recomienda que la estación de monitoreo establezca puntos de conteo a lo largo de carreteras con el fin de detectar cambios poblacionales según el tipo de hábitat. Se sugiere que estos puntos fijos estén situados: en hábitats representativos de la zona de estudio; estratificados según dichos hábitats; situados de forma sistemática; y preferentemente a lo largo de carreteras secundarias. Este nivel de esfuerzo requiere unos 10 díaspersona durante el comienzo de la temporada reproductora, suponiendo que se puedan censar 25 puntos al día. Aunque reconocemos la parcialidad y las limitaciones de los censos desde carreteras, creemos que las ventajas superan generalmente los inconvenientes, parte de los cuales son además compensados en la prioridad IV.
Prioridad III. Monitoreo demográfico. Se recomienda que la estación de monitoreo lleve a cabo al menos una de las técnicas de medición de parámetros demográficos. El método de captura con redes de esfuerzo constante o la búsqueda de nidos (ambos si es posible), deben realizarse en unas seis parcelas dentro de cada estación. Estos métodos de monitoreo proporcionan información sobre variables demográficas que afectan las estimaciones de densidad.
Áreas de captura con redes de niebla— Son zonas dentro de una unidad en las que se operan redes de captura en intervalos de tiempo determinados, principalmente durante la temporada reproductora. La mayoría de las estaciones norteamericanas requieren unos 10 días-persona por zona a partir de junio y hasta el final de agosto. En zonas neo-tropicales la temporada será considerablemente más larga. Este método proporciona información sobre productividad, índices de sobrevivencia y movimientos migratorios de varias especies. El método de captura con redes consiste en capturar las aves, anillarlas, y tomar datos sobre su edad, sexo, estado reproductor, muda y sobrevivencia. Como mínimo, cada estación de monitoreo debe operar de 8 a 12 redes por lo menos un día en cada intervalo de 10 días durante toda la temporada reproductora. Este método proporciona excelentes índices de sobrevivencia y reclutamiento en diversas especies (véase por ejemplo DeSante y Geupel 1987, Peach et al. 1990, Peach 1992).
Es el único método que estima los índices de sobrevivencia y reclutamiento utilizando marcaje y recaptura. Su principal debilidad estriba en que los datos sobre reclutamiento no son específicos para cada tipo de hábitat, particularmente al final de la época reproductora. Los datos sobre sobrevivencia (basados en la tasa de recapturas) son excelentes, y suelen ser específicos para cada tipo de hábitat, en especial al principio del periodo reproductor. A medida que la temporada reproductora progresa, el flujo de individuos periféricos así como de juveniles de otras áreas, diluyen esta especificidad.
Búsqueda de nidos— La búsqueda de nidos consiste en localizar el máximo número de nidos en una parcela de estudio, la cual puede normalmente cubrirse en unos 20 a 40 días-persona. El método incluye encontrar los nidos, monitorear las nidadas, y tomar medidas de la vegetación circundante. Cada parcela estudiada debe visitarse al menos cada cuatro días con el fin de encontrar nuevos nidos y visitar los ya localizados. Este método proporciona medidas directas sobre el éxito reproductivo (en lugar de índices), y puede aportar datos directos acerca de la influencia del hábitat sobre el éxito reproductor así como información sobre la incidencia del parasitismo de nidos. La búsqueda de nidos requiere, sin embargo, cantidades considerables de tiempo y trabajo, y puede aplicarse a un menor número de especies que el método de captura con redes.
Ambos métodos demográficos sufren la desventaja de no poder cubrir la totalidad de las especies del área de estudio. Como regla general y aproximada, podrán ser monitoreadas unas 10 especies por estación.
De forma adicional, deben ser efectuados al menos de 9 a 16 conteos intensivos por puntos por lo menos dos veces durante el clímax de la época reproductora. Pueden ser utilizados otros métodos de censado (mapeo de parcelas, búsqueda intensiva, etc.) dependiendo de los objetivos, el tamaño del área de estudio y el personal disponible. Las mediciones de la vegetación (descritas más adelante) deben llevarse a cabo dentro de cada área de monitoreo demográfico.
Fuente: Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves terrestres
C. John Ralph Geoffrey R. Geupel Peter Pyle Thomas E. Martin
David F. DeSante Borja Milá
United States Department of
Agriculture Forest Service
Pacific Southwest
Research Station
General Technical Report

PSW-GTR-159-Web

miércoles, 24 de julio de 2013

Pericos - Reproducción


Pericos -  Reproducción
La inmensa mayoría de los pericos no presentan dimorfismo sexual, esto es, los machos y las hembras son idénticos. En muy pocos casos los machos suelen ser un poco más grandes o presentan colores ligeramente diferentes, pero en general su plumaje y tamaños son iguales. La única excepción notable de dimorfismo sexual es una espe-cie que durante mucho tiempo se pensó eran dos distintas; el perico eclectus (Eclectus roratus) originario de Nueva Guinea, Australia e Indonesia. En este caso la hembra tiene un plumaje de color rojo brillante y el macho es verde.
Sin embargo, si hay especies que tienen algunas diferencias visibles entre los sexos, por ejemplo los machos del perico de frente blanca (Amazona albifrons) y el perico yucateco (Amazona xantholora) tienen parches rojos en las alas y las hembras no. El macho del periquito catarina (Forpus cyanopygius) tiene un parche azul en las alas y rabadilla y la hembra no, y en los periquitos australianos, los machos tienen el cere encima del pico azul y en las hembras es de color carne.
Los pericos son generalmente monógamos y forman parejas estables año tras año. Se estima que las especies más grandes como guacamayas y algunas amazonas pudieran formar parejas de por vida. Hay especies polígamas como el Kea y Kakapo de Nueva Zelanda.
El mantener una pareja constante año tras año es muy útil para los pericos por muchos motivos. Al ser una especie social, la pareja les brinda estabilidad y la posibilidad de aprender uno del otro. Se sabe que las parejas jóvenes tienen menor éxito en la reproducción que las parejas más viejas. Esto es porque aprenden a escoger mejor los sitios de anidación y son mejores padres. De hecho, las parejas jóvenes tardan algunos años en llegar a reproducirse por la falta de sitios de anidación que son ocupados rápidamente por las parejas viejas. Los pericos usual-mente ocupan el mismo nido año tras año, y las parejas jóvenes tienen que esperar a que sea desocupado o posiblemente intentar sacar a los ocupantes.
La pareja se establece después de un cortejo corto y no muy elaborado. A diferencia de muchas otras aves los cortejos de los pericos se reducen a movimientos simples de inclinación de la cabeza, o mover la cabeza de arriba abajo, bajar las alas, aletear rápidamente, mover la
cola, levantar la pata, dilatar las pupilas, etc. Algunas especies como las cacatúas levantan la cresta de la cabeza y otras abren las alas para mostrar parches de color brillante. Posiblemente el cortejo más espec-tacular de un perico lo realiza la cacatúa de palma que se cuelga de cabeza en una rama, abre las alas, levanta su cresta y sus cachetes sin plumas se enrojecen.
Los cortejos en la guacamaya verde (Ara militaris) consisten en caricias mutuas, pequeños picotazos en la cabeza, vuelos cortos de rama en rama, bailes y contoneos en los que hay contacto de sus cloa-cas y un acicalamiento que es básico en la estimulación y estrechamiento de lazos. Los cachetes de las guacamayas, que en buena parte están desprovistos de plumas, llegan a enrojecerse. Como parte del cortejo los pericos realizan la llamada alimentación de cortejo que consiste en que el macho alimenta comida regurgitada en el pico de la hembra de la misma manera en la que las hembras alimentan a sus pollos.
Después de cortejos cortos o nulos, los pericos pueden poner de uno a ocho huevos, pero generalmente ponen dos a cuatro huevos. Dado que la mayoría de los pericos anida en cavidades, sus huevos son blancos, esto es debido a que no requieren de colores crípticos para ser usados como camuflaje. En general las especies más pequeñas ponen mayor cantidad de huevos que las especies más grandes, y así, especies como el periquito de frente naranja (Aratinga canicularis) pone hasta cinco huevos y la guacamaya verde (Ara militaris) hasta tres huevos
Fuente: Reproducción LECTURA 05

DEFENDERS OF WILDLIFE

lunes, 22 de julio de 2013

Aves rapaces diurnas de Colombia

Aves rapaces diurnas de Colombia
Los cladogramas basados en la morfología de la siringe y los análisis del citocromo b sugieren que las dos especies del género Daptrius (D. ater y D. americanus), no son del todo taxas hermanos y de hecho, D. ater puede estar más cercanamente relacionado con el género Milvago y D. americanus al género Polyborus (Griffiths 1999). Esta división había sido sugerida previamente con base en diferencias en el uso del hábitat y el forrajeo (Brown y Amadon 1968).
La relación de los tres últimos géneros en la familia, ha sido históricamente problemática y la ubicación de estos tres géneros con los caracaras está en conflicto con los resultados de cuatro análisis cladistas: un estudio osteológico (Becker 1987), un análisis morfológico (Kemp y Crowe 1990), un análisis basado en la morfología de la siringe (Griffiths 1994), y un análisis basado en las secuencias del citocromo b (Griffiths 1997).
La subfamilia Falconinae incluye las especies del género Falco y las rapaces diurnas más pequeñas, los halcones pigmeo (Polihierax) y los halconcitos (Microhierax). El origen evolutivo y la historia del género Falco no pueden ser desarrollados en mayor detalle debido a los escasos registros fósiles. No existen fósiles que puedan ser asignados con certeza al género antes del Pleistoceno; sin embargo parece razonable suponer que especies con las características propias del género existieron hacia el Mioceno, algunos 20 millones de años atrás (Cade 1982).
Los actuales cernícalos se consideran los más cercanos en forma y hábitos a los halcones ancestrales, mientras que el halcón peregrino y otros halcones grandes representarían formas derivadas más recientes (Suschkin 1905, Brown y Amadon 1968). Es posible que las poblaciones ancestrales estuvieran conformadas por halcones de pequeño a mediano tamaño con marcadas diferencias sexuales en el plumaje pero con escaso o ningún dimorfismo sexual en el tamaño (Cade 1960). Probablemente estos fueron más como el cernícalo euroasiático (Falco tinnunculus) y fueron depredadores generalistas que capturaban presas tanto del suelo como en el aire y se alimentaban de una amplia variedad de insectos, al igual que de vertebrados pequeños, incluyendo reptiles, aves y mamíferos. A partir de estos halcones ancestrales algunos subtipos adaptativos básicos evolucionaron durante el pleistoceno y estos mismos en su momento irradiaron durante la misma época en los grupos o subgéneros que reconocemos entre las especies actuales.
El subgénero Hieracidea que incluye una sola especie: el halcón café de Australia (F. berigora), el subgénero Tinnunculus con 10 especies de cernícalos y el grupo de los cernícalos aberrantes se derivan presumiblemente de manera directa de un linaje ancestral del cernícalos. Los alcotanes, cazadores altamente aéreos con sus alas inusualmente largas y cola corta son situados en el subgénero Hypotriorchis y el esmerejón es ubicado en un subgénero propio Aesalon. Las especies neotropicales como el halcón de garganta blanca, el halcón murcielaguero y el halcón perdicero son agrupados con el halcón de Nueva Zelanda en el subgénero Nesierax. El subgénero Hierofalco incluye siete especies de halcones de desierto que parecen haber evolucionado en el Pleistoceno para explotar hábitats secos y árticos y el subgénero Rhyhchodon incluye a los halcones similares al halcón peregrino el cual está adaptado a capturar aves en el aire.
Este es el estado del conocimiento en relación a la evolución y sistemática del orden falconiformes.
Tal como se mencionó anteriormente, con la aplicación de técnicas moleculares, se pueden esperar grandes cambios a nivel de los orígenes evolutivos y filogenia de las aves rapaces diurnas.
Fuente: Aves rapaces diurnas de Colombia
COLOMBIA, DIVERSA POR NATURALEZA
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
"Alexander von Humboldt"
César Márquez
Marc Bechard
Fernando Gast

Víctor Hugo Vanegas

viernes, 19 de julio de 2013

Pavo Real - Pavo Cristatus Azul y Blanco


Pavo Real - Pavo Cristatus Azul y Blanco
Clasificación: Orden Galiformes, familia Fasiánidos
Características: Los pavos reales son los galiformes de mayor tamaño. Los
tarsos son muy altos, y los del macho están armados de un fuerte espolón. Los
machos presentan las coberteras de la cola extraordinariamente alargadas y de
vivos colores; se prolongan por encima de la cola, constituida por 20 plumas, y
forman un largo séquito que es abierto como una rueda durante la parada nupcial.
El plumaje es una mezcla muy viva de colores verde, azulado, blanco, rojo.
Alrededor de los ojos se dispone una zona desnuda y encima de la cabeza está
presente una especie de corona de plumas. La hembra presenta un plumaje de
tonos más apagados, carece de largas plumas en la cola y ésta está formada
únicamente de 18 elementos.
Hábitat: El pavo real salvaje habita en zonas de selva, en las proximidades
del agua.
Áreas de distribución: Especie originaria de la india, actualmente a
través de la cría artificial está extendida por amplias zonas del mundo.
Vida y costumbres: El pavo real construye un nido entre los matorrales o
incluso, aunque mucho menos frecuente, en las cavidades de las ramas y
orquedades de los edificios. Generalmente pone 3-5 huevos, que son incubados
durante 28 días. Las crías se desarrollan lentamente. El macho joven no completa
la rueda hasta la edad de 3 años (pero aún puede aumentar en longitud hasta
alcanzar 1,80 metros al sexto año de vida).

miércoles, 17 de julio de 2013

Aves Marinas y Playeras- Problemas de conservación


Aves Marinas y Playeras
Problemas de conservación
Los principales problemas de conservación que enfrentan las aves marinas están relacionados con la modificación de su hábitat terrestre y marino (reproductivo y de alimentación). Las amenazas en tierra, durante el periodo reproductivo, están dadas por la introducción de especies exóticas en las colonias, como perros, gatos, ratas, y otros mamíferos que predan sobre adultos, pichones o huevos. También la introducción de ganado genera erosión del suelo y cambios en las comunidades vegetales que pueden afectar la calidad del hábitat de nidificación. Por otra parte, el turismo produce un alto impacto en las colonias, provocando la deserción de nidos por parte de las aves adultas, y exponiendo a huevos y pichones ante predadores.
En el mar, la actividad pesquera es la mayor amenaza para las aves marinas. Por un lado, la sobrepesca disminuye la disponibilidad de presas, y por el otro, las aves son capturadas accidentalmente en las artes de pesca. En particular, las aves buceadoras son atrapadas en redes de arrastre, mientras que los albatros y petreles quedan enganchados al intentar comer la carnada de los palangres. Algunas especies, en particular las gaviotas, aprovechan los descartes pesqueros, obteniendo de esta manera una fuente de alimento no disponible regularmente. Esto ha favorecido al crecimiento de las poblaciones de gaviotas, lo cual se traduce en un problema para otras especies que compiten por el espacio de nidificación o que son sus presas.
La contaminación por metales pesados, organoclorados, petróleo y plástico es otro de los problemas de conservación a los que se enfrenta este grupo de aves. Es frecuente ver animales ingiriendo restos plásticos derivados de actividades pesqueras; o con sus patas, picos o alas enganchados en restos de líneas de pesca. Los derrames de petróleo pueden causar mortalidades masivas en tiempos cortos. Sin embargo, los derrames crónicos, si bien no son tan evidentes, son un problema constante. En particular, las aves que nadan o bucean están más expuestas, con un alto costo, ya que pierden la impermeabilidad de sus plumas, su protección frente a las frías aguas, lo que las obliga a salir a la costa y dejar de alimentarse.
AVES PLAYERAS
Las aves playeras son aquellas que usan mayormente las costas marinas, aunque también se puede encontrar aves playeras en costas de ríos, lagos, lagunas o en pastizales.
La mayoría de estas especies migra, y atraviesa océanos durante su viaje. En el mismo, raramente tocan el agua. Aprovechan los vientos para cubrir rápidamente grandes distancias. Durante la migración forman grandes bandadas, que vuelan a una altura de hasta 6000 m, a velocidades que alcanzan los 90 km/h.
Las aves playeras se alimentan mayormente de invertebrados: insectos, caracoles, gusanos marinos y moluscos bivalvos. Localizan a sus presas visualmente o a través del tacto, en el agua, fango o arena.
Existe una gran variabilidad en la morfología del pico, lo cual permite que cada especie utilice diferentes hábitats de alimentación, que se alimente de presas de diferente tamaño o enterradas a distinta profundidad.
El comportamiento de estas aves está fuertemente relacionado con el movimiento de las mareas, ya que el agua cubre sus áreas de alimentación y altera la disponibilidad de presas. Por lo tanto, las aves utilizan la zona intermareal para alimentarse durante la marea baja, y descansan en playas de arena y pastizales durante la marea alta.
Generalmente, son animales gregarios durante la etapa no reproductiva. En cambio, defienden su propio territorio cuando se están reproduciendo. Sólo algunas especies reproducen en colonias. La mayoría de las especies son monógamas. Forman una sola pareja en la estación reproductiva (que muchas veces persiste año a año) y ambos integrantes de la misma se encargan del cuidado de los pichones.
También, se ha observado la poliginia en algunas especies, como el Playero de Rabadilla Blanca. En este caso, un mismo macho copula con varias hembras durante la estación reproductiva, y sólo las hembras se ocupan del cuidado de las crías. Otras especies son poliándricas: una hembra copula con varios machos, y es éste quien se encarga de incubar los huevos y alimentar a los pichones (falaropos y jacanas).
Sus nidos son simplemente un pequeño pozo en el suelo, generalmente cerca del agua, al que acondicionan con piedras, conchas marinas, pastos u hojas. Ponen entre 1 y 4 huevos. Su periodo de incubación varía entre 15 y 40 días dependiendo de la especie. Los pichones son precociales, y abandonan el nido a los dos días de nacer, para alimentarse junto a sus padres.
Fuente: Aves Marinas y Playeras

Área Educación Ambiental - Fundación Patagonia Natural

lunes, 15 de julio de 2013

Pericos Vida en sociedad


Pericos
Vida en sociedad
Los pericos son aves sociales en todo el sentido de la palabra. Se juntan en grandes parvadas para alimentarse, trasladarse o dormir, e incluso algunas especies forman parvadas mixtas con otras especies de pericos. Hay pocas especies que anidan de forma colonial y gene-ralmente lo hacen de forma individual. Los pericos son monógamos y algunas especies forman parejas de por vida. Aparentemente solo el Kea y Kakapo de Nueva Zelanda son polígamos.
Los pericos pueden formar parvadas de miles hasta un millón de aves o pequeños grupos de cuatro o diez miembros. Sin embargo, la pareja es la base de la sociedad de los pericos. Aún en grandes parva-das, se puede distinguir que los pericos vuelan en pareja o grupos fami-liares formados por los padres e hijos. Cuando aterrizan en un árbol o el suelo, inmediatamente los individuos de la pareja o grupo familiar se acercan unos con otros.
Vivir en grupos grandes requiere de formas de comunicación para lograr cierta armonía y orden social. Se hace necesario que existan ciertas conductas que eviten la agresión y peleas entre los miembros del grupo. El acicalamiento y la alimentación de cortejo son unas de ellas especialmente entre la pareja, las cuales permiten que la pareja mantenga los lazos de unión incluso fuera de la época de reproducción.
Sin embargo, con aves que poseen picos tan fuertes capaces de causar heridas graves, se requieren de otras conductas para evitar daños o incluso la muerte. De hecho, los pericos rara vez se pelean hasta causarse algún daño. Utilizan posturas para amedrentar al rival que consisten en abrir las alas o el pico de forma amenazadora. La apertura del pico determina la amenaza de ataque y si esto no funciona se recu-rre al picotazo. Algunas veces se entrelazan los picos pero se sueltan inmediatamente. Se ha documentado que las especies con picos más pequeños y débiles son más propicias a recurrir al picotazo que las especies con picos más grandes y fuertes. Evidentemente la posibilidad de una herida es mayor con un pico fuerte y es deseable evitarlo.
Además, las especies que viven de forma más solitaria tienden a ser más agresivas que las especies que viven comúnmente en parvadas grandes. Se requiere de la agresividad para sobrevivir solitariamente mientras que se requiere ser más tolerante para poder vivir cercana mente con muchos individuos. Para evitar agresiones algunas especies adoptan posturas de sumisión en las que encogen la cabeza y realzan un poco las plumas, incluso algunas agachan la cabeza o tratan de esconder el pico.
Fuente: LECTURA 04

DEFENDERS OF WILDLIFE 

viernes, 12 de julio de 2013

Cría en cautiverio de Reina Moras.


Cría en cautiverio de Reina Moras.
Reina mora grande: Cyanocompsa
Brisonii de más o menos 16 cm., pico muy grueso y negro, el macho es azul, con el periocular, frente y hombros celestes, las hembras y juveniles de dorso castaño y ventral canela, se las encuentra en las regiones de montes y selvas de las provincias del centro y norte de Argentina.
*Reina mora chica: Cyanocompsa glaucocaerulea de 14 cm., macho mucho más celeste que la reina mora grande, pico grueso más corto y base de la mandíbula blancuzca, hembras y juveniles iguales a las hembras de la reina mora grande, habita las provincias mesopotámicas.
* Reina mora enana: amaurospiza moesta, de 11 cm., pico menor que las anteriores, recuerda el de la corbatita, el macho es negro azulado opaco, plumas interior del ala blancas no muy notables, las hembras son de dorso castaño, alas y cola pardas, ventral canela, habita en las selvas de Misiones.
Vamos a tratar aquí la reina mora grande que es la más habitual y conocida. El macho es un excelente cantor, valiente y dominador, es muy común escuchar que alguno está “asustado” por haber encontrado otro con más valentía. La hembra por lo general no canta, pero en época de cría, quizás para estimular a su pretendiente, suelta un canto suave, poco audible a cierta distancia, pero muy armonioso, lo que lleva al macho a una frecuencia intermitente de canto de hasta 3 minutos seguidos.
La corte para el emparejamiento es una verdadera fiesta, según escribió el Sr. García Rey en la revista Hornero: “el trato de mis ejemplares de reina mora no puede ser más afectuoso. Después de que están juntos y adaptados al cautiverio, la hembra comenzó a precuparse por la alimentación del compañero, dándole comida en el pico, no comida del buche, pero sí granos de alpiste que previamente descascaraba. Esto provocó el efecto, obviamente buscado, de que en breve tiempo estaban compañerísimos. Era interesante también ver como festejaban y como se llamaban para estar juntos uno al otro. El que quería atraer al otro, levantaba la cola, separando un tanto las directrices, entreabriendo la plumas de las alas, alzando la cabeza un poco para atrás, entreabriendo el pico de donde emitía un chillido suave y continuo, esto acompañado con el estremecimiento del cuerpo y arremolinando las plumas de la región posterior”.
Esa actitud no la toma el ave de golpe, se le va dando de a poco, gradualmente hasta mantenerse en una especie de éxtasis. El que tan atrayentemente es llamado, siempre cede a la invitación y se acerca al otro, dando muestras de inquietud, agitando la cola, con movimientos bruscos de un lado para el otro. Aproximándose entonces trayendo en el pico un granito cualquiera, que ofrece al solicitante de su compañía. Esto da a quien observa la impresión de que las dos aves cambiaron un beso.
Estas escenas se repiten muchas veces, especialmente en primavera y otoño.
Fuente: Reinamoras ( Cyanocompsa brissonii)
Relizado por Omar Garcia con la colaboración de Hugo Ferrari y Diego Pronzatti para
Carduelios@gruposyahoo.com

Cría en cautiverio de Reina Moras.

miércoles, 10 de julio de 2013

Costumbres de golondrinas


Costumbres de golondrinas. - Reproducimos de la revista belga "Le Gerfaut", el siguiente artículo de M. Eug. Tant
La golondrina es uno de los pájaros cuyas costumbres han sido mejor estudiadas por el naturalista, y del que el poeta ha celebrado mejor" la fidelidad, la alegría y la dulzura; siendo objeto en casi todos los pueblos del mayor respeto, mezclado con frecuencia con las supersticiones más increíbles.
El pueblo confunde generalmente entre sí las varias especies de hirundínidos que viven en nuestro país. La golondrina rústica, la de ventana, y la de playa, tienen el nombre común de golondrinas.
Los hirundínidosse encuentran en casi toda la. superficie terrestre. Sin embargo, parece que disminuyen .en número a medida que se va hacia los polos y tan sólo algunos raros individuos frecuentan aquellas regiones frías, en donde les falta el alimento.
En las costumbres de estas interesantes aves, un hecho llama especialmente la atención de los observadores: es su migración. Muchas ideas falsas fueron divulgadas al respecto y con frecuencia los hombres más ilustres trataron de acreditar estos errores con la autoridad de su nombre.
La cama de (lista migración fue por mucho tiempo un profundo misterio. En nuestros días, nuestras ideas acerca de esta cuestión son más netas y sabemos que esos viajes son provocados por el hambre que impulsa estas aves a dejar un país en donde no encuentran más con que comer y -les obliga a buscar una región en la que hallarán su subsistencia.
 La dificultad en concebir viajes muy prolongados y la incertidumbre que- reinaba antiguamente acerca del lugar de destinación, había inducido a los antiguos a negar la emigración de las golondrinas.
Aristóieles y Plinio dicen que las golondrinas van a pasar el invierno en climas más suaves, cuando estos no están muy alejados; pero si ellas están muy distantes de esas regiones templadas, permanecen durante el invierno en su país nativo y se limitan a ocultarse en algunas cuevas de montaña bien expuestas. Aristóteles agrega seriamente que se han encontrado muchas que estaban en el fondo de las cavernas y las que _no tenían una sola pluma sobre el cuerpo. -
Esta opinión encontró todavía otros defensores y vemos a Alberto, Agustín Nyphus, Gaspar Heldelin y algunos más asegurar que habían encontrado varias veces durante el invierno, en Alemania, golondrinas entumecidas en árboles huecos y hasta en sus nidos.
Esta creencia se había hecho tan popular que muchos poetas sacaban de ella temas de comparación.
Hacia 1555, un obispo de Up,sal, llamado Alaüs Maguus, y el jesuita  Kirscher  atestiguaron que en los países del norte, los pescadores sacaban a menudo, en sus redes con el pescado, grupos de golondrinas apelotonadas, enganchadas entre si, de los picos, patas y alas; que estas aves trasportadas en lugares abrigados, se reanimaban con bastante rapidez, pero para morir casi enseguida, y que sólo conservaban la vida después de su despertar aquellas que bajo la influencia de la buena estación se des entumecen insensiblemente.
El jesuita  Kirscher sostenía más adelante que hacia el principio del otoño, las golondrinas se tiran en masa en los pozos, en los algibes y en los pantanos. Este error fue admitido rápidamente de un modo universal y el gran Linneo mismo creyó oportuno darle como una sanción apoyándola con toda la, autoridad de una adhesión; sólo que la -¡imitó a la golondrina de ventana y a la de chimenea.
La Sociedad Real de Londres se interesó también por esta; cuestión y encargó a Hevelius y Shaeffer de verificar los hechos citados. Estos, en su informe, confirmaron las afirmaciones de Kirscher. Etmul1er, Kle:n y Walerius fueron del mismo parecer y el Dr. Colas sostuvo que había visto diez y seis golondrinas extraídas del lago Sameroth, unas treinta sacadas del gran estanque real en Rosmeilen y dos más en Schledeiten cuando salían del agua. Hasta agregó que estaban enteramente mojadas y debilitadas.
Fuente: Anónimo (1922) Informaciones. Costumbres de las golondrinas. Hornero
002 (04) : 305-311
www.digital.bl.fcen.uba.ar
Puesto en línea por la Biblioteca Digital de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Universidad de Buenos Aires


lunes, 8 de julio de 2013

Pericos


Pericos
Los pericos son aves del orden Psitaciformes el cual cuenta con tres grandes familias: Psitacidae, Cacatuidae y Loridae, aunque algunos científicos solo aceptan la existencia de la familia Psitacidae. Comúnmente se conocen con varios nombres ya que este orden de aves es muy amplio. En ella se encuentran las guacamayas, los pericos, los periquitos del amor, las cacatúas, loris y a todas las especies se les llama Psitácidos en general. El nombre común de perico es sinónimo de loro y cotorro, no hay diferencia alguna, no son especies diferentes.
Los investigadores reportan que existen alrededor de 340 especies vivas de pericos. Hay más o menos 15 especies que ya se extin-guieron. En general, los pericos son aves que se identifican fácilmente por tres características principales; su pico grande, curvado o ganchudo, el cere carnoso encima del pico y las patas zigodáctilas. Además presentan un plumaje de colores vivos, tienen una cabeza grande, cuello corto y patas cortas.
El pico y cere de los pericos
El pico es la característica más distintiva de los pericos. La mandíbula superior es mucho más grande que la inferior y con forma de gancho curvado hacia abajo. Tiene una particularidad que no es común en otras aves y es que esta adherido al cráneo por una estructura en forma de bisagra que le permite abrir el pico de forma muy amplia. La mandíbula inferior termina en forma de cincel y es usada para romper o cortar. El pico de los pericos es uno de los picos más fuertes de todas las aves y les permite romper las más duras nueces y semillas. La mayoría de los pericos forrajean en los árboles y su pico se ha vuelto una herramienta que les brinda diversas habilidades; son de las pocas aves que los usan para trepar, les permite arrancar pedazos de corteza en busca de alimento o para hacer nidos, es usado como defensa o para acariciar delicadamente a sus parejas.
Los picos de los pericos necesitan estar en buenas condiciones para hacer todo este trabajo y por lo mismo los cuidan con esmero. Para mantener el filo los tallan contra la corteza, pero además necesitan ejercitar los músculos que los mueven por lo que continuamente están picando y arrancando pedazos de madera para hacerlos trizas.
Encima del pico se encuentra el cere, que es la estructura que contiene los nostrilos o aberturas nasales. El cere es muy prominente en los pericos y es de forma carnosa parecido al de las palomas. En algunos pericos como el perico de nuca amarilla (Amazona auropalliata) presenta plumas. En otras especies puede ser de diferente color dependiendo del sexo, por ejemplo en los periquitos australianos, los machos tienen el cere azul y en las hembras es de color carne.
La lengua de los pericos
Es muy peculiar, tiene gran movilidad y es gruesa y carnosa. Es un gran instrumento para manipular el alimento y la usan para sentir las semillas, detectar la mejor zona de apertura, para después colocarlas y apretarlas contra la mandíbula superior de manera que la mandíbula inferior que funciona como cincel las pueda abrir. En algunas especies la lengua tiene papilas fibrosas que les ayudan a lamer néctares y recoger polen.
Las patas de los pericos
Los pericos tienen patas muy peculiares que les dan habilidades únicas al trepar y al alimentarse. Tienen dos dedos dirigidos hacia delante y dos hacia atrás por lo que se denominan zigodáctilas y les dan gran agarre y versatilidad. Muy pocas aves pueden agarrar y manipular la comida con las patas. Por otro lado, sus patas cortas y fuertes les permiten sostener y balancear su cuerpo en una sola pata mientras utilizan la otra para llevar alimento hasta su pico. Se ha especulado mucho acerca del uso de las patas y algunos autores afirman que la mayoría de los pericos son zurdos.
Fuentes:  LECTURA -  Defenders of Wildelife


viernes, 5 de julio de 2013

Aves Marinas y Playeras


Aves Marinas y Playeras
AVES MARINAS
En la costa Argentina se reproducen 17 especies de aves marinas: gaviotas, gaviotines, pingüinos, cormoranes, petreles y escúas. Además, en el Mar Argentino se alimentan cerca de 60 especies que reproducen en sitios lejanos tales como Antártida e Islas Subantárticas, Australia y Nueva Zelanda.
Son animales de vida larga, pudiendo vivir entre 20 y 60 años según la especie. Se caracterizan por su madurez retardada, es decir, su reproducción tardía. En general los juveniles tardan al menos 3 años en estar maduros sexualmente, aunque este retraso varía entre las diferentes especies, llegando a los 12 años en los albatros. Son monógamas y, en general, mantienen la misma pareja durante varios años. Se reproducen en colonias ubicadas en la costa o en islas. Son fieles a sus sitios de reproducción, regresan todos los años a la misma colonia, y en algunos casos utilizan el mismo nido cada vez. Ponen pocos huevos en comparación con las aves terrestres (de 1 a 4 según la especie) y algunas especies reproducen cada dos años. Ambos miembros de la pareja incuban los huevos y alimentan a sus pichones.
Entre sus adaptaciones al medio marino se encuentra la glándula de la sal, ubicada en las órbitas de los ojos. La misma permite eliminar del cuerpo el exceso de sal. Otra manera de limitar la cantidad de sal es alimentarse de presas con alto contenido líquido, en lugar de beber agua de mar. Presentan también una glándula uropigia en la base de la cola, la cual segrega un aceite con el cual lubrican e impermeabilizan las plumas mediante el pico. Sus patas palmadas les permiten una mejor propulsión en el agua. La mayoría de las especies de aves marinas comparte un patrón de coloración: negro en el dorso y blanco en el vientre. Esto representa una adaptación evolutiva mediante la cual el animal puede mimetizarse eficientemente en el medio marino. Cuando nada sumergido, su dorso oscuro pasa desapercibido para un predador que lo observa desde arriba, al confundirse con los tonos oscuros de las profundidades marinas, y a la inversa, su torso blanco se mezcla con la luminosidad de la superficie para el que observa desde una profundidad mayor.
Las presas más ingeridas por las aves marinas son los peces, y en menor medida los cefalópodos (calamares y pulpos) y los crustáceos (langostinos, camarones, etc). Sin embargo, algunas especies también se alimentan de pequeños organismos del fitoplancton y del zooplancton. Debido a que poseen pocos predadores y a que por su tipo de alimentación se encuentran en el nivel trófico más alto, las aves marinas son consideradas predadores tope.
Existe una gran diversidad en las formas que tienen las diferentes especies de conseguir su alimento.
Algunas detectan sus presas durante el vuelo y se zambullen para atraparlas (gaviotines), otras las detectan mientras están posadas sobre la superficie del agua (gaviotas) o mientras bucean (cormoranes y pingüinos). También existen especies que roban el alimento a otras aves de la misma o de otra especie, comportamiento conocido como cleptoparasitismo (gaviotas, gaviotines, escúas). Algunas aves marinas predan sobre huevos y pichones de otras especies (gaviotas, escúas) o se alimentan de carroña (petrel gigante del sur). Esta diversidad en su comportamiento de alimentación se ve representada en algunas características morfológicas como la forma y el tamaño del pico y de las alas.
Si bien todas las aves marinas son coloniales, y se reproducen en la costa o en islas, cada especie selecciona ambientes con características particulares al momento de construir sus nidos. Por ejemplo, algunas construyen nidos con su propio guano, al que agregan algas para mantener fresco, en terrenos llanos, paredes de acantilados o arbustos (cormoranes). Otras, en cambio, ponen sus huevos directamente sobre la arena o el canto rodado (gaviotines), en playas abiertas, o cavan sus nidos bajo tierra (pingüinos).
Ambos miembros de la pareja se ocupan del cuidado del nido y la alimentación de los pichones. En comparación con las aves terrestres, el periodo de cuidado de los pichones es largo (hasta 6 meses en algunas especies). Esto varía en función del grado de desarrollo del pichón al nacer: algunos nacen sin plu món y con los ojos cerrados (altriciales: cormoranes), por lo cual no pueden moverse del nido. Otros en cambio nacen con plumón, ojos abiertos, e inmediatamente pueden moverse del nido (precociales: gaviotas, gaviotines), aunque dependen de los padres para su alimentación. En general, los pichones se independizan de los padres cuando finaliza la temporada reproductiva y abandonan la colonia.
Fuente: Aves Marinas y Playeras
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LISTA COMENTADA DE LAS AVES DEL TAGANT - Tringa glareola

  Tringa glareola ― andarríos bastardo Según Lamarche (1988) es poco común en Mauritania, donde presenta pasos apreciables sobre todo en las...