Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves
terrestres
Prioridad IV. Censos por puntos alejados de carreteras. Como
cuarta prioridad recomendamos que la estación incorpore conteos por puntos
organizados en intervalos de aproximadamente 100 puntos en áreas alejadas de la
red vial y no cubiertas por los conteos desde carreteras descritos
anteriormente. Cada intervalo de 100 puntos requerirá un máximo de 10
días-persona durante el mismo periodo que los censos desde carreteras, suponiendo
que se puedan cubrir 10 puntos cada día utilizando senderos o a campo traviesa.
Prioridad V. Trabajo adicional. Cuando los recursos lo
permitan, se recomienda que la estación aumente sus esfuerzos siguiendo el
orden de prioridades aquí establecido. Sin embargo, las condiciones locales,
diversidad de hábitats, la duración de la temporada y la consulta con
bioestadistas, modificarán el orden y la magnitud del trabajo adicional a
realizar en cada estación.
Así mismo, según los intereses de los investigadores, la
estación podrá incorporar estudios adicionales no cubiertos en el presente
manual.
Ubicación de una estación de monitoreo
Una estación de monitoreo debe ubicarse en un hábitat
representativo de la zona, o bien en un área de especial interés. La estación
puede abarcar varios tipos de hábitat, algunos de los cuales contarán con
mayores densidades de aves que otros. Debido a la posibilidad de que los
parámetros poblacionales y demográficos derivados sean altamente sensibles a
cambios sucesionales de la vegetación, las estaciones no deberán situarse en
hábitats demasiado jóvenes. Sin embargo, el uso de un hábitat joven es
aceptable si éste se mantiene en un estadio sucesional bajo debido a técnicas
de manejo activas en la zona (tala forestal, agricultura, etc.).
Si el método de monitoreo utilizado en la estación incluye
un elevado número de puntos de conteo, estos pueden repartirse a lo largo de
una red de carreteras o senderos, cubriendo una amplia superficie dentro de la
zona estudiada. Esto aportará solidez a los datos obtenidos ya que cada punto
se encontrará situado en un lugar representativo de los hábitats de la zona.
Para los métodos de búsqueda de nidos y mapeo de parcelas, las parcelas de
estudio, normalmente cuadradas o rectangulares, suelen establecerse en zonas de
un sólo tipo de hábitat. Las parcelas situadas en hábitats heterogéneos no
suelen ser tan útiles ya que resulta difícil analizarlas en función de cada uno
de los hábitats que contienen.
Para el método de captura con redes, sugerimos que las redes
se situen donde el número de capturas sea alto. Por el contrario, los puntos de
conteo y las parcelas de búsqueda de nidos deben situarse en lugares
representativos de la zona.
Estaciones permanentes
Aunque los programas de monitoreo a gran escala son de vital
importancia, estudios detallados en áreas protegidas, tales como parques o
reservas biológicas, pueden contribuir notablemente a aumentar nuestros
conocimientos sobre las poblaciones de
aves terrestres. Los estudios intensivos sobre la biología de especies
determinadas, normalmente mediante el marcaje de individuos con anillos de
colores, pueden aportar valiosa información para su manejo. Así mismo, el
desarrollo simultáneo de otras investigaciones biológicas en la estación
ayudará a conocer mejor los distintos factores que afectan a las poblaciones de
aves terrestres y sus hábitats. Las estaciones de monitoreo permanentes con
proyectos de campo activos y alojamiento para biólogos, son idóneas para el
desarrollo de programas intensivos en zonas remotas y a menudo atraen
voluntarios.
La obtención de patrocinadores institucionales para
estaciones permanentes puede dar lugar a compromisos de largo plazo. Un
programa de monitoreo con dichos compromisos continuará adelante a pesar de
reemplazos en el personal y, con suerte, contará con un aporte estable de
fondos. Además, la participación de voluntarios locales en la toma de datos y
otras actividades de la estación puede dar lugar al desarrollo de programas
educativos que promuevan el acercamiento entre la estación, otras entidades de
la región y la comunidad local. Los observatorios ornitológicos y las
estaciones biológicas universitarias en Norteamérica y América Latina llevan
años poniendo en práctica programas de estas características.
Fuente: Manual de métodos de campo para el monitoreo de aves
terrestres
C. John
Ralph Geoffrey R. Geupel Peter Pyle Thomas E. Martin
David F. DeSante Borja Milá
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