Aves rapaces diurnas de Colombia
La comparación de los registros entre las diferentes
colecciones muestra que en general todas comparten un gran número de géneros y
especies, lo cual se ve reflejado en índices de complementariedad relativamente
bajos (alrededor de 0,4 para género y 0,2 para especie). Tal es el caso de la
colección de La Salle, la cual, arrojó los valores más bajos, especialmente a
nivel de género. Se destaca también que a pesar que la colección del ICN aporta
casi el 33% de la información de la colección total (Figura 2.1), los valores
de complementariedad geográfica (valores que oscilan entre 0.93 y 1) justifican
la existencia de las diferentes colecciones, ya que muy pocas localidades han
sido muestreadas por más de una colección y argumentan el valor del conjunto de
datos cuando se integra información de diferentes fuentes (Delgado 2001). A
nivel de especie los índices más altos se obtuvieron al comparar cada una de
las colecciones con la de la Universidad del Atlántico debido quizás a que ésta
consta solamente de 19 registros distribuidos en los 14 géneros más comunes
(entre ellos Buteo, Buteogallus, Falco y Pandion). No hay que descartar también
el que muestras, en este caso colecciones, de un tamaño insuficiente subestiman
el número de especies (Colwell y Coddington 1994). De esta forma se pueden
estar registrando especies raras, endémicas o altamente restringidas,
produciendo un «artificio», en donde la alta complementariedad sea producto del
bajo número de localidades muestreadas y no por un aporte único de especies de
cada colección; tal es el caso de la colección antes mencionada con solamente
10 localidades.
En términos geográficos el panorama general es de una
información sobre localidades de colección bastante fragmentada (colecciones
muy puntuales y aisladas). Se reportaron un total de 749 localidades en donde
los departamentos del Cauca, Meta, Cundinamarca y Antioquia, representaron casi
el 50% del total de las localidades. Respecto al número de ejemplares
colectados por punto de muestreo, se encontró que más de la mitad de las
localidades (418) tuvieron un solo registro (o ejemplar), mientras que sólo el
14% de las localidades presentaron 5 o más registros; es decir, cerca del 40%
de las localidades han tenido una intensidad de exploración muy baja.
Villavicencio, Popayán y Bogotá, con más de 20 géneros y 40 especies fueron las
localidades con mayor número de registros. El 10 % (269) de los registros no
presentaban información de localidad. Se observan así dos tendencias: pocos
sitios muy bien muestreados como es el caso de Villavicencio que representa el
12 % de los registros y por otro lado, una gran cantidad de lugares poco
muestreados y para unos grupos muy específicos. Este último caso nos demuestra
que la información recopilada es muy valiosa, en cuanto es posible conocer la
distribución de grupos taxonómicos particulares, por ejemplo Falco sparverius o
Buteo magnirostris, son de amplia distribución, representados en la mayoría de
las bioregiones.
Descartando el hecho que pueden existir sesgos en el
esfuerzo de muestreo (Delgado 2001), las tendencias observadas en el número de
taxa por localidad y en el número de localidades por taxón, puede sugerir
patrones de distribución espacial de la diversidad de rapaces en Colombia en
términos de puntos de alta o baja diversidad (Hot o Cold Spots) o taxa comunes
o endémicas. Como muestra la Figura 2.2, la intensidad de recolección de aves
rapaces fue mayor a mediados del siglo XX, por lo que las colecciones crecieron
en casi un 90% en los últimos 40 años de dicho siglo. Después de un auge de
exploraciones biológicas realizadas entre los años de 1940 y 1960, estas disminuyeron
drásticamente y con ellas el número de localidades muestreadas y el ingreso de
ejemplares a las colecciones. Sin embargo la línea de tendencia (línea punteada
en la Figura 2.2), refleja un aumento constante en el número de registros,
desde principios del siglo pasado hasta la actualidad. La localidad más
fuertemente muestreada en los últimos años (Villavicencio), corresponde con un
aumento en los muestreos realizados por todas las colecciones en general, que
hacia finales de 1940 empiezan a hacer exploraciones más activamente. Es
importante destacar que sólo el 17 % de los registros no tenían fecha de
colección, es decir que existe una base de información adecuada al respecto.
Fuente: Aves rapaces diurnas de Colombia
© Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt
2005
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