Encontramos que hay una minoría de especies que sólo se encuentran en hábitats muy
específicos como Phalcoboenus carunculatus (N10) y Falco rufigularis (F1e, F7e y F8e). También hay algunas pocas especies que son demográficamente raras, es decir presentan densidades bajas
(al menos en cuanto a registros) en toda el área de distribución aunque esta sea amplia y aunque
no estén asociados a hábitats muy específicos (Halffter 1992), en este tipo de especies un estimativo conservador podría ser de una pareja por 100 km2 (Márquez, obs. per.). De este análisis se observa que la gran mayoría de las especies habitan bosques bajos tropicales, bosques deciduos, bosques de galería y bosques montanos siempreverdes.
Este hecho también se ve evidenciado parcialmente por la distribución altitudinal; la mayor concentración de especies de rapaces (aproximadamente el 70% de las especies) caen dentro del rango entre el nivel del mar y los 1500 m de altura (Figura 2.5), lo que corresponde a bosques húmedos tropicales de la Amazonia, Chocó y Orinoquia, así como los bosques premontanos y montanos bajos en la región subandina. Esto permite afirmar que en el territorio colombiano, la diversidad biológica se concentra principalmente en el área del piedemonte y en las estribaciones
interiores de las cordilleras (Hernández et al 1992). Lo que coincide con el estudio realizado por Thiollay (1991) en la Reserva Forestal La Planada, al suroccidente del país, quien sugiere que los mejores prospectos de bosque para la conservación de rapaces están dentro del transecto entre los 500-1000 msnm, ya que al parecer se encuentran mucho menos perturbados que otros rangos a lo largo del gradiente altitudinal.
Muy pocas especies están restringidas a un sólo tipo de hábitat (Figura 2.4), o a un rango altitudinal muy estrecho (Figura 2.5). Entre ellas hay que mencionar a Micrastur plumbeus y Leucopternis plumbea (entre 700 y 800 m aproximadamente). Pero de hecho son pocas las rapaces endémicas o con rangos de distribución restringidos (Bildstein et al. 1998); Accipiter cooperii, Buteo polyosoma, Micrastur plumbeus, Leucopternis melanops, L. plumbea y el único representante del género Phalcoboenus son entre otros los únicos taxa limitados a una sola bioprovincia (Tabla 2.3). En contraste otras especies presentan amplios rangos que se traslapan (Thiollay 1991); tal es el caso del
género Accipiter, que presenta 4 especies que se reemplazan altitudinalmente: A. poliogaster de 0 a 500 m, A. superciliosus hasta 1500 m, A. collaris entre 600 y 1.800 m y A. ventralis entre 900 y 2.700 m; A. bicolor, se traslapa con todos los anteriores (0-2.000m) (Figura 2.5). Los patrones de reemplazo altitudinal de especies congénericas varían según el género y no siempre son tan evidentes como en el género Accipiter. Se sabe que existen divergencias importantes entre el tamaño y el peso en estas especies, lo cual permite traslapes sin competir por la presa (Stiles 1985).
Como es de esperarse la riqueza de especies disminuye con la altura, encontrándose una disminución hacia los 1.500 m, y menor riqueza hacia los 3.000 m (Figura 2.4). Con respecto a las familias, la riqueza de halcones (Falconidae) decrece más rápidamente que la de las águilas y gavilanes (Accipitridae) con la altitud, debido a que a mayor altura hay simplificación de los hábitats (Terborgh 1977) y quizás menor disponibilidad de los mismos.
Fuente: © Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt
2005
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