Pericos
Vida en sociedad
Los pericos son aves sociales en todo el sentido de la
palabra. Se juntan en grandes parvadas para alimentarse, trasladarse o dormir,
e incluso algunas especies forman parvadas mixtas con otras especies de
pericos. Hay pocas especies que anidan de forma colonial y gene-ralmente lo
hacen de forma individual. Los pericos son monógamos y algunas especies forman
parejas de por vida. Aparentemente solo el Kea y Kakapo de Nueva Zelanda son
polígamos.
Los pericos pueden formar parvadas de miles hasta un millón
de aves o pequeños grupos de cuatro o diez miembros. Sin embargo, la pareja es
la base de la sociedad de los pericos. Aún en grandes parva-das, se puede
distinguir que los pericos vuelan en pareja o grupos fami-liares formados por
los padres e hijos. Cuando aterrizan en un árbol o el suelo, inmediatamente los
individuos de la pareja o grupo familiar se acercan unos con otros.
Vivir en grupos grandes requiere de formas de comunicación
para lograr cierta armonía y orden social. Se hace necesario que existan
ciertas conductas que eviten la agresión y peleas entre los miembros del grupo.
El acicalamiento y la alimentación de cortejo son unas de ellas especialmente
entre la pareja, las cuales permiten que la pareja mantenga los lazos de unión
incluso fuera de la época de reproducción.
Sin embargo, con aves que poseen picos tan fuertes capaces
de causar heridas graves, se requieren de otras conductas para evitar daños o
incluso la muerte. De hecho, los pericos rara vez se pelean hasta causarse
algún daño. Utilizan posturas para amedrentar al rival que consisten en abrir
las alas o el pico de forma amenazadora. La apertura del pico determina la
amenaza de ataque y si esto no funciona se recu-rre al picotazo. Algunas veces
se entrelazan los picos pero se sueltan inmediatamente. Se ha documentado que
las especies con picos más pequeños y débiles son más propicias a recurrir al
picotazo que las especies con picos más grandes y fuertes. Evidentemente la
posibilidad de una herida es mayor con un pico fuerte y es deseable evitarlo.
Además, las especies que viven de forma más solitaria
tienden a ser más agresivas que las especies que viven comúnmente en parvadas
grandes. Se requiere de la agresividad para sobrevivir solitariamente mientras
que se requiere ser más tolerante para poder vivir cercana mente con muchos
individuos. Para evitar agresiones algunas especies adoptan posturas de
sumisión en las que encogen la cabeza y realzan un poco las plumas, incluso
algunas agachan la cabeza o tratan de esconder el pico.
Fuente: LECTURA 04
DEFENDERS OF WILDLIFE
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